En Japón, las máscaras se empezaron a usar en el período de 10.000 a.C. a 300 a.C. en juegos y rituales, eran usadas para cubrir el rostro de un difunto y despistar la atención de los espíritus malignos.
Dentro del folklore japonés, en el teatro, festivales y rituales, las máscaras cumplen un papel importante haciendo representaciones de animales, criaturas, demonios, fantasmas o personas. Entre ellos uno de los más importantes es el zorro o “Kitsune”, una criatura mitológica muy peculiar cuyas leyendas han influenciado parte de la cultura pop japonesa en formas artísticas como el anime y el manga.
El Kitsune es relacionado estrechamente con el Dios “Inari”, que representa la agricultura, la fertilidad y la abundancia, al cual se le celebra a finales de verano o principios de otoño junto con las cosechas de arroz.
Está máscara se caracteriza por tener forma de zorro en color blanco, con detalles en color rojo y en ocasiones es utilizada en varios países orientales con la intención de atraer la fertilidad a los campos de siembra.
Existen diferentes tipos de Kitsune que son usados como instrumento para proteger bosques, santuarios y aldeas, se dice que por año y mérito el Dios Inari les regala una cola, siendo el más poderoso aquel que posee nueve colas, el mismo al ser tan poderoso puede adquirir la forma de un sacerdote o de una mujer joven. Otros zorros, con menos colas, pueden hacer que verdezcan los árboles y propiciar lluvia a las cosechas.
Hay diferentes tipos de máscaras de zorro:
Hahakistue – La madre zorro
Gin-Tenko – El zorro plateado
Kinko – Zorro dorado
Hakuko – Zorro b
Tenko – Sky Fox
Zorro de agua
Ryuko – Dragón zorro
Samurai del Zorro
Jiko – Gran zorro
El Kitsune es adorado como una deidad con el fin de que lleve plegarias y amor del pueblo a Inari a cambio de fertilidad y cosechas, así es como surge esta máscara, con el fin de rendirle un homenaje.