Normalmente pasamos por alto las cualidades del silencio que nos benefician, no solemos ser conscientes de la importancia que puede suponer experimentar silencio durante algunos momentos, ya que por lo general no nos sentimos confortables si no escuchamos ruido a nuestro alrededor, pero disfrutar el silencio tiene más beneficios de los que imaginamos.
Beneficios fisiológicos. No son pocos los beneficios que un rato de silencio tiene para nuestro organismo. Se ha comprobado que el silencio consigue reforzar el sistema inmune, así como bajar la presión sanguínea, además promueve el crecimiento de nuevas células en el hipocampo, una región cerebral implicada en proceso de memoria y aprendizaje,
El silencio como arma antiestrés. El ruido produce estrés en nuestro sistema nervioso, cuando la amigdalina, estructura cerebral implicada en las emociones y la memoria emocional detecta el ruido esta envía señales cerebrales que liberan hormonas como el cortisol o la adrenalina, generando esta sensación de estrés. El silencio puede ayudar a disminuir el estrés y ansiedad generados por el ruido, así como aliviar las tensiones gracias al decremento de adrenalina y cortisol que consigue
Ayuda contra el insomnio. Parece que convivir con el silencio durante varios minutos al día es una ayuda para descansar mejor por las noches. Según un estudio, las personas mayores que padecen insomnio encontraron un gran alivio ante este padecimiento tras 6 semanas practicando la meditación, una práctica que requiere huir del ruido del ambiente.
Fomenta la creatividad. El silencio es un arma poderosa para la creación, al promover la relajación las ideas surgen con más fluidez y nuestra creatividad puede expandirse con más naturalidad. cuando existen ruidos, las ideas quedan en un segundo plano y tendemos a prestar atención al entorno y olvidar así nuestra focalización para generar nuevas ideas y caminos.
Ayuda a la a
Para muchas personas el silencio inspira soledad e incomodidad ya que pueden asociarlo a una confrontación con sus propios miedos, sin embargo, este ruido constante es el que verdaderamente puede desestabilizarnos física y emocionalmente. Muchos son los estudios que han confirmado el daño que el ruido exagerado y prolongado puede generarnos, con unos minutos de silencio al día podemos recuperar fuerzas y beneficiarnos en muchos aspectos de nuestras vidas.