La lanza del destino, también conocida como “lanza sagrada” o “lanza de Longinus”, es uno de los objetos místicos más estudiados y buscados de la historia, el origen de la misma se remonta a la antigua Jerusalén y a los últimos momentos de Jesús en la cruz; justo en el momento de la crucifixión hace su primera aparición en la historia, según la leyenda Longinus era el centurión romano que atravesó el cuerpo de Jesús estando en la cruz; de hecho la lanza aparece mencionada en el Evangelio de San Juan (19:33-34):
- “Pero cuando se acercaron a Jesús y vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante le broto sangre y agua”.
Tras finalizar el espectáculo que representaba la crucifixión los romanos planearon romper las piernas de Jesús, una práctica conocida como crurifragium, qué era un método doloroso para acelerar la muerte de los condenados en la cruz; sin embargo mentos antes de que los soldados lo hicieran observaron que Jesús ya había fallecido y por tanto no había razón para volver aún más arcaica y sangrienta aquella escena, así que para cerciorarse de que efectivamente aquel al que llamaban Rey de los Judíos había dejado el mundo terrenal un soldado llamado Longinus lo apuñalo con su lanza. Claro que el nombre del soldado y su lanza no son mencionados dentro del antiguo testamento, fue el evangelio apócrifo de Nicodemo mejor conocido como “Hechos de Pilato” donde el soldado es identificado como un Centurión llamado Longinus, es justo después de su acto de osadía y de ser bañado con la sangre de Cristo que Longinus es curado de su mala visión y al sentirse bendecido arroja la lanza y la olvida ahí. Es José de Arimatea quien en los envagelios da sepulcro a Jesús el encargado de recogerla y de resguardarla junto a otros objetos del nazareno, posteriormente pasaría a manos de San Mauricio comandante de la legión de Tebas para finalmente caer en manos del emperador Constantino quien al obtenerla conseguiría una sorpresiva victoria contra Magencio en la batalla del puente Milvio, comenzado así los rumores de que aquel que posea la lanza se convertirá en alguien sumamente poderoso.
Tras la muerte de Constantino y Alarico el Grande en el 732 Carlos Marte la consigue y logra derrotar a los árabes, después y de acuerdo con los relatos esta llego a manos de Carlo Magno quien fue prácticamente invencible durante el tiempo que la porto, luego de esto paso a manos de Enrique I quien justo después de obtenerla derrota a los polacos. De los Sajonia la lanza pasaría a los Hohenstuffen de Suabia, en donde Federico de Barbarroja conquistaría Italia justo después de hacerse con la lanza, quedando a partir de ahí resguardada en la casa del tesoro de los Habsburgo.